Pueden consultarse y descargarse desde aquí las conclusiones y memoria general del evento RESE IV.
A manera de conclusiones del Cuarto Seminario Internacional de Estudios Socioespaciales: Cartografías, nuevos mapas y contramapas, se presentan algunos temas transversales a las diferentes sesiones, que pueden servir de insumo para la reflexión sobre el presente y futuro de las prácticas de mapeamiento y cartografía social.
• Las cartografías y prácticas de mapeo social son muy relevantes actualmente para entender las relaciones entre espacio, conocimiento y poder, particularmente por la potencia que albergan para hacer visibles las tensiones entre prácticas hegemónicas y contra-hegemónicas de representación. Es importante reconocer la importancia que tiene actualmente la democratización de la información y de los medios de producción cartográfica, lo cual ha facilitado procesos de apropiación de conocimiento por parte de diversas comunidades. Igualmente, se ha reflejado en una creciente difusión de la cartografía social, generando mayor visibilidad de procesos de construcción y
autonomía territorial e incidencia en políticas territoriales de diferentes escalas. El fin
de la cartografía social, sin embargo, no se puede agotar en la búsqueda de visibilidad o
incidencia política a través la apropiación de lenguajes de producción o difusión de conocimiento geográfico, sino también como la posibilidad de transformación de estos lenguajes. La producción de mapas ofrece una ventana a representaciones no expertas del espacio, mapas participativos y contra-mapas o cartografías que buscan cuestionar y subvertir lenguajes cartográficos hegemónicos.
• Si bien la cartografía social hace visibles procesos de autonomía y defensa territorial, esta visibilidad también implica riesgos, especialmente en lo que se refiere a la difusión y uso de la información por parte de diferentes actores. La cartografía social debe ser consciente de estos riesgos a la hora de producir y difundir conocimientos y saberes.
• La heterogeneidad de contextos geográficos y sociales implica que no hay una sino muchas cartografías sociales. La práctica de cartografía social no puede tener unas técnicas y procedimientos predefinidos, sino que debe ser histórica y geográficamente situada, especialmente si se concibe el proceso de mapeamiento como una construcción colectiva de conocimiento.
• La cartografía social debe ser dinámica, en la medida en que los fenómenos, actores y
conflictos socioespaciales que busca representar o hacer visibles cambian o se transforman constantemente en el tiempo y el espacio. En este sentido, es posible afirmar que el «mapeo social» no es simplemente el acto de mapear: es un proceso que debe dar cuenta de prácticas sociales y políticas que se inscriben en dinámicas y conflictos cambiantes.